Dejo la transcripción para los estudiantes de la academia.
Transcripción interactiva
98. La guía de la buena esposa.mp4 – powered by Happy Scribe
Bueno, en el episodio de hoy voy a leer un documento que sirve para adoctrinar a las mujeres, es una forma de practicar el imperativo.
El imperativo, pues, es un modo, no es una, no es una conjugación, ¿vale? Nosotros tenemos tres modos en modo indicativo, tenemos el modo subjuntivo, que es el que os vuelve locos y después tenemos el modo imperativo, ¿vale?
Y estaos atentos porque al final del vídeo os voy a explicar algunos pequeños trucos para recordar las conjugaciones del imperativo.
Así que bueno, vamos a darle. Pero antes, como siempre. Dentro intro.
Estás escuchando Yourspanishguide el podcast para mejorar tu español escuchando a un profesor nativo de España. Yo me llamo David Peter y doy clases de español en mi propia academia online. Yourspanishguide.com. Ahí puedes encontrar materiales guiados para estudiar por tu cuenta. Puedes encontrar clases grupales para aprender conmigo y con un pequeño grupo de cinco estudiantes. Y también puedes encontrar clases individuales en las que tendrás toda mi atención para ti.
En cualquier caso, no te quedes sin probarlo y yourspanishguide.com.
Bueno, quiero dedicar este video a las mujeres como mi madre o como vuestras madres o vuestras abuelas que se criaron en una sociedad realmente machista, que las educaba para ser mujer y no simplemente mujer. Yo creo que esas mujeres son las auténticas víctimas del patriarcado. Mujeres que apostaban todo a una única carta. Que su marido fuera un buen hombre. En muchos casos salía bien y se casaban con un buen hombre, pero en muchos casos salía mal, salía rana, como decimos en español.
Y bueno, las mujeres se veían abocadas a una vida infeliz por culpa de haberse casado con un gañán, con un sinvergüenza. Lo peor es que el divorcio no era legal y por otro lado tampoco gozaban de la independencia económica para irse a otro lugar y empezar de cero. Así que este episodio va por mi madre y por todas esas mujeres que vieron frustrados sus sueños. Bien, empecemos. Hoy vamos a comentar este documento y vamos a corregirlo. Las frases que estén en imperativo afirmativo las vamos a poner en negativo, en imperativo negativo y viceversa.
De este modo practicamos el imperativo.
Antes de empezar os quiero recordar que veáis el vídeo hasta el final, porque al final os voy a dar un pequeño truquito para poder conjugar el imperativo de una forma más sencilla. Bien, empecemos. El documento se titula: La guía de la buena esposa. En la portada dice 11 reglas para mantener a tu marido feliz.
Sé la esposa que él siempre soñó. Bueno, si sólo estáis escuchando esto en el podcast y no estáis viéndolo en YouTube, en la portada aparece una mujer limpiando una sartén y la sartén está brillando.
Y bueno, vamos a empezar con el primero que dice: Sé la esposa que él siempre soñó. Podemos corregirlo y podemos decir: No seas la esposa que él siempre soñó. Sé tú misma. Be yourself. Sé tú misma. Vamos a ver la siguiente foto. La foto número 1, que corresponde a la primera regla, dice: Ten lista la cena y aparece en la foto una mujer con un plato de comida preparada. Entonces dice: Planea con tiempo una deliciosa cena para su llegada.
Dice: Esta es una forma de dejarle saber que has estado pensando en él y que te preocupan sus necesidades. La mayoría de los hombres están hambrientos cuando llegan a casa. Y bueno abajo dice: Prepara su plato favorito. Entonces vamos a corregir esto y vamos a ponerlo en imperativo negativo.
Ten lista la cena, pues no tengas lista la cena.
Planea con tiempo una deliciosa cena para su llegada.
No planees con tiempo una deliciosa cena para su llegada.
Y por último, dice: Prepara su plato favorito.
No prepares su plato favorito, o por lo menos no prepares su plato favorito si él no prepara el tuyo.
Vamos con la siguiente regla. La siguiente regla dice Luce hermosa, luce hermosa y buena. Aparece una mujer muy bien vestida maquillándose, ¿no?
Y dice: Descansa cinco minutos antes de su llegada para que te encuentre fresca y reluciente y dice: Retoca tu maquillaje, ponte un listón en el cabello y luce lo mejor posible para él, dice. Recuerda que ha tenido un día duro y solo ha tratado con compañeros de trabajo.
Bueno, vamos a corregirlo. Luce hermosa. No luzcas hermosa. Luce cómoda, ¿verdad? Descansa cinco minutos antes de su llegada para que te encuentre fresca y reluciente. No descanses cinco minutos antes de su llegada, para que te encuentre fresca, reluciente. Descansa cinco minutos y descansa veinte para estar cómoda. Bueno, vamos con el siguiente.
Regla número tres dice: Sé dulce e interesante. Su aburrido día de trabajo quizá necesite mejorar. Tú debes hacer todo lo posible por hacerlo.
Dice: Una de tus obligaciones e distraerlo. Bien. En la foto aparece una chica con una taza de té en la mano o con una taza de café en la mano y aparece sonriente ¿no?
Entonces: Sé dulce e interesante, pues no seas dulce e interesante. No hay nada más en imperativo, así que bueno, vamos a pasar a la siguiente.
Bueno, la siguiente foto me parece incluso un poquito más denigrante, porque aparece una mujer de rodillas, ¿no? Limpiando como limpiaban las las antiguas.
El título de la regla es: Arregla tu casa, ¿no? Es la regla número cuatro y dice arregla tu casa. Debe lucir impecable, impecable, es muy limpia. Dice: Haz una última ronda por las principales áreas de la casa justo antes de que tu marido llegue, levanta libros de escuela, juguetes, etc. Y dice: Y limpia con un plumero las mesas. Entonces vamos a corregirlo para que no sea ese imperativo y para que sea el otro. Arregla tu casa, no arregles tu casa.
Debe lucir impecable, ahí no hay ningún imperativo. Ahora haz una última ronda. No hagas una última ronda, ¿vale? Hacer una última ronda es como dar una última vuelta para limpiar. Haz una última ronda para limpiar las principales áreas de la casa. No hagas una última ronda por las principales áreas de la casa. Al menos no lo hagas justo antes de que llegue tu marido, ¿no? Después dice: Levanta los libros de escuela. No levantes los libros.
Los libros de escuela, no levantes los juguetes. Y no limpies con un plumero las mesas, bien. Vamos con el siguiente.
La siguiente regla, la regla número 5, dice: Hazlo sentir en el paraíso. Y bueno, aparece una mujer con los zapatos en la mano, preparados para cuando su marido llegue. Y bueno, también tiene una pipa para fumar de las antiguas y una copa de alcohol. No sé que lleva exactamente. Y bueno, la mujer también estaba muy bien vestida y dice hazlo, dicen regla número cinco.
Hazlo sentir en el paraíso. Dice: Durante los meses más fríos del año, debes preparar la chimenea antes de su llegada. Tu marido sentirá que ha llegado a un paraíso de descanso y orden. Esto te levantará el ánimo a ti también. Y después de todo, cuidar de su comodidad te brindará una enorme satisfacción personal. Bueno, hazlo sentir en el paraíso. Aquí yo creo que hay un loísmo y debería ser hazle sentir en el paraíso, ¿no? Porque es “hazle algo a él”.
Hazle sentir en el paraíso durante los meses más fríos del año. Debes preparar la chimenea antes de su llegada. Tu marido sentirá que ha llegado a un paraíso de descanso y orden, y eso te levantará el ánimo a ti también. Y dice: Después de todo, cuidar de su comodidad te brindará una enorme satisfacción personal. Yo lo dudo. Bueno, en este caso, para corregirlo sería: Hazle sentir en el paraíso. No le hagas sentir en el paraíso durante los meses más fríos del año.
Debes preparar la chimenea. Vale, aquí no hay nada de imperativo, así que lo dejamos aquí.
Regla número seis dice: Prepara a los niños y en la foto aparece una mujer con su hija y las dos están muy bien vestidas. Y parece que la mujer, o sea, la madre, se está preocupando por cómo va vestida su hija. Regla número seis: Prepara a los niños. Cepíllales el cabello, lava sus manos y cambiarles la ropa en caso de ser necesario. Son sus pequeños tesoros y él querrá verlos relucientes.
Y digo yo, si los quiere ver relucientes, que que los lave o que les peine el pelo él también. Bueno, y por último dice tómate unos minutos para arreglar a los niños. Venga, vamos a corregir esto. Cambiando el imperativo. Prepara a los niños. No prepares a los niños. Cepíllales el cabello. No les cepillas el cabello. Lava sus manos. No laves sus manos. Cámbiales la ropa.
No les cambies la ropa. Tómate unos minutos, no te tomes unos minutos para arreglar a los niños, ¿vale? Eso sería la corrección.
Bien. Regla número 7 dice: Minimiza el ruido. Y aparece una mujer con el dedo en la boca, haciendo una señal como de silencio y dice: Regla número 7. Minimiza el ruido a la hora de su llegada. Apaga la lavadora, secadora y aspiradora e intenta que los niños estén callados. Piensa en todo el ruido que él ha tenido que soportar durante su pesado día de oficina.
Bueno, terrible, ¿no? Entonces vamos a cambiarlo. Minimiza el ruido. No minimiza el ruido. A la hora de su llegada, no apagues la lavadora, la secadora ni la aspiradora. Y no intentes que los niños estén callados, no pienses en todo el ruido que él ha tenido que soportar durante su pesado día de oficina.
Bueno, vamos con la siguiente regla número 8 dice: Procura verte feliz. Y aparece una mujer abrazando a su marido y parece que ella está bastante feliz abrazándolo. Y dice: Regla número 8. Procura verte feliz. Regálale una gran sonrisa y demuestra sinceridad en tu deseo de complacerlo.
Tu felicidad es la recompensa por su esfuerzo diario. Bueno, terrible. Vale, entonces vamos a corregirlo. Procura verte feliz. No procures verte feliz. Regálale una gran sonrisa. No le regales una gran sonrisa. Muestra sinceridad. No muestres sinceridad en tu deseo de complacerlo. Venga, que nos quedan ya pocas.
Regla número 9. Escúchalo. Esta es la peor de todas, creo. Dice: Puede que tengas una docena de cosas importantes que decirle, pero a su llegada no es el mejor momento para hablarlas.
Dice: Déjalo hablar antes. Recuerda que sus temas son más importantes que los tuyos. Bueno, la imagen es bueno. No sé. No diría. No sé como calificarla, la verdad. La imagen es una. Parece un hombre, no que está como mansplaning y una mujer sentada y callada mientras está cosiendo. El hombre está mansplaning y tiene un libro en él, en el brazo. Bueno, también podía ser un hombre hablando educadamente con su esposa mientras su esposa está cosiendo.
Pero claro, viendo el texto, parece que eso es lo que quieren indicar, como que él tiene algo muy interesante que decir y ella debe callar. Así que vamos a corregirlo. Escúchalo, no lo escuches. Y dice: Déjalo hablar antes, no lo dejes hablar antes. Recuerda que sus temas son más importantes que los tuyos. Recuerda que sus temas no son más importantes que los tuyos. O no recuerdes que sus temas son más importantes que los tuyos. Creo que tiene más sentido la otra frase, ¿vale? Recuerda que sus temas no son más importantes que los tuyos.
Bien, vamos con la siguiente número 10. Bueno, regla número 10. En la regla número 10 dice: Ponte en sus zapatos y aparece una mujer como escuchando con la mano en la barbilla y simplemente escuchando atentamente .Y dice: Regla número 10. Ponte en sus zapatos, no te quejes si llega tarde, si va a divertirse sin ti o si no llega en toda la noche. Trata de entender su mundo de compromisos, trata de entender su mundo de presión y compromisos y su verdadera necesidad de estar relajado en casa.
Vale, esto me parece como un ticket, ¿no? Para la infidelidad, para que el hombre pueda hacer lo que quiera. No sé, es increíble. Venga, vamos a corregirlo. Ponte en sus zapatos, no te pongas en sus zapatos, no te quejes. Si llega tarde, quéjate. Si llega tarde para esta es tan negativa y la ponemos en afirmativa. Trata de entender su mundo de compromiso. No trates de entender su mundo de compromiso. Ya está.
Creo que no hay nada más que corregir. Así que vamos a la siguiente regla número 11 aparece una foto de una mujer con la mano en la cara como no sé, como sorprendida, ¿sabes? O algo así y dice: No te quejes. Número 11. No te quejes, no, los autores con problemas insignificantes. Cualquier problema tuyo es un pequeño detalle comparado con lo que él tuvo que pasar. Así que vamos a corregirlo. No te quejes, quéjate, no los ayudes con problemas satúralo con problemas dice cualquier problema tuyo, es un pequeño detalle comparado con lo que él tuvo que pasar. Y ahí hay ningún imperativo.
Así que pasamos al siguiente. En el siguiente aparece en primer lugar una foto. Ya han terminado las 11 reglas, pero es como una regla extra. Aparece una foto con una mujer sirviéndole el café a un hombre y el hombre está sentado con sus zapatillas, cómodo en casa y con una bata y con un periódico y dice: Regla extra. Dice: Hazlo sentir a sus anchas. Hacer que una persona se sienta a sus anchas es hacer que esa persona se sienta cómoda, ¿no?
Dice: Deja que se acomode en un sillón o se recueste en la habitación. “Recostarse” es como tumbarse. Dice: Ten una bebida caliente lista para él. Arregla su almohada y ofrece quitarle sus zapatos. Dice: Habla con voz suave y placentera. Bueno, increíble, ¿no? Podéis poner todo el odio que queráis aquí abajo, pero no para mí, que yo no he escrito esto. Yo simplemente quiero utilizar un documento que sirva para despertar las emociones y que podáis recordar la diferencia entre el imperativo afirmativo y el imperativo negativo.
Bien, vamos a corregirlo. Entonces. Hazlo sentir a sus anchas. No lo hagas sentir a sus anchas. En este caso, yo creo que tendría más sentido hacerle sentir a sus anchas, no le haga sentir a sus anchas. Deja que se acomode en un sillón, no dejes que se acomode en un sillón. No dejes que se recuesta en la habitación. Ten una bebida caliente lista para él. No tengas una bebida caliente lista para él. Arregla su almohada. No arregles su almohada. Dice: Y ofrece quitarle sus zapatos. Y no ofrezcas quitarle sus zapatos.
Habla con voz suave. No hables con voz suave y placentera. No hables con voz suave ni placentera. Bueno, por último, os quiero decir que el imperativo no es un tiempo verbal. El imperativo es un modo. Al igual que tenemos el modo indicativo y también tenemos el modo subjuntivo, tenemos el modo imperativo que en general sirve para hacer sugerencias, para dar órdenes, para dar consejos. Y bueno, el modo imperativo toma algunas de sus conjugaciones del indicativo, pero también toma muchas del subjuntivo.
Si te fijas, el imperativo afirmativo para tú es igual que la conjugación del presente para él o ella. Fíjate en esto.
Él come pizza todas las noches.
Tú come pizza ahora.
¿Ves? El segundo es claramente una orden, pero la conjugación es la misma después. La forma negativa es igual que la segunda persona del subjuntivo. Por ejemplo:
Yo no quiero que tú bebas.
Tú no bebas.
Una vez más. La segunda es claramente una orden.
Con “usted” estás de suerte porque es igual en afirmativo y en negativo.
Por ejemplo.
Yo no quiero que él beba alcohol.
Usted beba alcohol. Usted no beba alcohol.
Yo no creo que él coma carne.
Usted coma carne. Usted no coma carne.
Por supuesto, hay algunas irregularidades, pero son pocas. Y además son tan comunes que las vais a aprender muy fácilmente. Bueno, también hay otros trucos para vosotros y para ustedes, pero bueno, creo que es suficiente por hoy, ¿no? Ya hemos visto mucho, así que hemos llegado al final.
Muchísimas gracias por ver este vídeo, especialmente gracias a los miembros de Yourspanishguide.com. Porque de verdad, chicos, no podría hacer esto sin vosotros. Ya sabéis que podéis verlo o escucharlo una segunda vez para mejorar vuestra comprensión auditiva. Ahora os dejo con el dato interesante y con qué vamos a ver en el próximo episodio.
¿Sabías que dormir solo 2 horas menos te puede hacer estar de mal humor? Al menos eso es lo que señala un estudio de la Universidad de Iowa.
Así que ya sabes, acuéstate pronto para no pagar tu falta de sueño con los demás.
Bueno, ahora sí que sí. Nos vemos en el próximo episodio en el que te hablaré de recuerdos del messenger del MSN. La herramienta que todos utilizamos en el año 1999 o 2000 para comunicarnos hasta entonces. Que tengas muy buen día.
Adiós.